lunes, 30 de junio de 2014

El robot subacuático RU 29 logró completar su travesía de 16 meses por el Atlántico Sur

Las expediciones de científicos en submarinos para hacer largos viajes de exploración oceanográfica pueden ser peligrosas, además de caras. Enviar robots a hacer mediciones subacuáticas u otras tareas similares y dejarles en alta mar para que naveguen durante meses haciendo su trabajo hasta ser recogidos, es una interesante modalidad de investigación oceanográfica que cada vez se demuestra más eficaz.

Equipados con la tecnología de sensores necesaria, estos robots son capaces de inspeccionar las aguas portuarias o de aventurarse hasta el fondo del océano en busca de yacimientos de materias primas, por citar algunos ejemplos de operaciones para los que se les emplea. Además, al tratarse de robots y no de meros submarinos pilotados por control remoto, pueden llevar a cabo tareas rutinarias de forma independiente, sin necesitar la ayuda constante de humanos.

La historia de los robots de esta clase es aún muy joven, pero está ya rebosante de proezas y primicias, a cada cual más espectacular, algunas de las cuales han protagonizado artículos de NCYT de Amazings en la última década. Por ejemplo, cabe destacar al robot Spray que hizo historia al convertirse en el primer vehículo subacuático autónomo que logró atravesar la Corriente del Golfo bajo el agua (ver nuestro artículo del 12 de noviembre de 2004 (http://www.amazings.com/ciencia/noticias/121104c.html). Otra hazaña memorable fue la del SeaBed, que exploró los restos del naufragio de un barco griego del siglo IV antes de Cristo. Este robot logró en 2 días lo que hubiera llevado años de esfuerzos a los buzos humanos (ver nuestro artículo del 3 de marzo de 2006, http://www.amazings.com/ciencia/noticias/030306c.html). En fechas más recientes (http://noticiasdelaciencia.com/not/9417/), tenemos el espectacular hallazgo de insólitas anémonas de mar, de una especie hasta entonces desconocida, que fueron descubiertas por el robot SCINI viviendo afianzadas en la cara interior de la Plataforma de Hielo de Ross, en la Antártida.

A esta lista de hazañas científicas y tecnológicas, hay que añadirle ahora la protagonizada por el robot RU 29 Challenger, que ha conseguido cruzar el Atlántico Sur durante una larga travesía, en dos etapas, de cerca de año y medio.

El proyecto lo ha hecho posible el equipo de Nilsen Strandskov, del Laboratorio de Observación Costera de la Universidad Rutgers (Universidad Estatal de Nueva Jersey) en Estados Unidos, así como Antonio González Ramos, profesor de la Facultad de Ciencias del Mar en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e investigador de la división de Robótica y Oceanografía Computacional del Instituto Universitario SIANI, adscrito a la citada universidad española. Se trata del tercer proyecto de estas características en el que ambas universidades han colaborado.

El robot submarino fue soltado frente la costa de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en enero de 2013. Tras navegar 10.400 kilómetros, llegó a la costa de Ubatuba, Brasil, el mes pasado.

La amplia cantidad de información recogida por el robot dará para muchos análisis y estudios, pero ya hay algunos resultados concretos.

El más notable, y además inesperado, es el de que el agua de las profundidades está más caliente y salada que lo previsto por los modelos de cambio climático. El océano está equilibrando el exceso de calor en la superficie, transfiriéndolo hacia las capas profundas (sobre todo la situada a entre 300 y 800 metros de profundidad.

En el aspecto tecnológico, el viaje del RU 29 corrobora que es factible cruzar con robots submarinos de este tipo el océano de norte a sur (y viceversa), así como de este a oeste (y viceversa). Esto abre la puerta hacia futuros proyectos de investigación oceanográfica basados en travesías robóticas largas de este tipo. El viaje del RU 29 ha contribuido también al desarrollo de nuevos sistemas y protocolos totalmente inéditos de planificación y visualización de datos.

El trayecto del RU 29 es uno de los de 16 robots que constituyen la flota de un proyecto mayor, bautizado como Challenger en honor del buque HMS Challenger, a bordo del cual se llevó a cabo de 1872 a 1876 una expedición que fue el primer estudio científico global sobre la vida bajo la superficie oceánica. A lo largo de la travesía, los científicos midieron las temperaturas oceánicas, bajando termómetros amarrados en sogas hasta cientos de metros de profundidad, descubrieron unas 4.000 especies marinas nuevas para la ciencia, y realizaron otras muchas observaciones.

Referencia: noticiasdela ien ia.com
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lunes, 16 de junio de 2014

Mano robótica que agarra cualquier objeto




Uno de los retos más grande de la robótica es poder conseguir un dispositivo que posea un “sentido del tacto” lo más real y parecido al del humano, que le permita tomar diversos objetos con total seguridad, ya que no es lo mismo tener que agarrar un huevo, que una pieza de metal.Shadow Robot dará a conocer durante esta semana, los avances logrados por su unidad Dexterous Hand, que alcanza niveles de similitud con los humanos sorprendentes.

En una primera instancia, la mano de Shadow Robot hace lo mismo que un cerebro humano: se identifica la forma, tamaño y también, si no es conocido, diversos aspectos como la textura, temperatura e informaciones relevantes que permitan agarrar el objeto con seguridad.

Todo ello haciendo uso de una cámara Kinect que analiza el objetivo en tres dimensiones, y realizando un modelo computarizado analiza las instrucciones precisas sobre la mejor manera de cogerlo.

Y una vez que el objeto es tomado por la mano robotizada, la cámara sigue enviando información al modelo 3D generado por la computadora para continuar manipulándolo de manera correcta. Además, también participan los sensores de presión en esta instancia.

El sistema cuenta también con una memoria en donde se almacenan los modelos 3D de objetos tomados por la mano, para acelerar el proceso las próximas veces.





Referencia: robotikka.com


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martes, 20 de mayo de 2014

El 'Desafío Robot' logra su récord de participación con 184 equipos inscritos




El concurso 'Desafío Robot' ha alcanzado este año en su sexta edición su récord de participación con la inscripción de 184 equipos formados por alumnos de Secundaria, Bachillerato y Ciclos formativos de Formación Profesional de la Comunidad Valenciana, que presentarán sus robots el 16 de mayo. A través de esta iniciativa, que tendrá lugar el 15 de mayo en el Museo Príncipe Felipe, se pretende potenciar las vocaciones científico-tecnológicas entre los más jóvenes, implicando a profesores y alumnos para que lleven a cabo un proyecto relacionado con el mundo de la robótica, promoviendo la difusión y el uso de las nuevas tecnologías entre los jóvenes mediante la participación en una actividad práctica y lúdica.

De los equipos participantes, 102 corresponden a la categoría LEGO, 57 a Libre, 21 a Especial y cuatro a Demostración. En la primera edición de esta competición, celebrada en 2009, ha informado la Generalitat en un comunicado.

En este concurso profesores y alumnos trabajan en equipo en la construcción y programación de un robot. Poco antes de acabar el curso, concretamente el 16 de mayo, el robot diseñado compite con otros robots en una serie de pruebas de velocidad, destreza y creatividad.

La competición consiste en la realización de dos pruebas iguales para las categorías Lego y Libre: la CentralBot y Velo-velocidad. En la categoría especial se realiza una única prueba denominada Baile, en la cual los robots ganadores serán aquellos que se ajusten mejor al ritmo que marca la música, realizando la coreografía más completa y original.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de colaboradores del ámbito industrial, universitario y empresarial como OMRON, Energy Sistem, la Universitat de València, la Escuela Politécnica Superior de Gandia, la Universidad Politécnica de Valencia, o American Space Valencia perteneciente a la Embajada de Estados Unidos en España.

Referencia: europapress


Festivales-Concursos Noticias

domingo, 11 de mayo de 2014

Oktapous es un ‘dron’ submarino de inspección

Oktapous es un robot buzo que, de forma autónoma, es capaz de analizar tuberías y realizar reparaciones en plataformas petrolíferas.


Hay vehículos autónomos no tripulados que no vuelan. Oktapous es un ‘dron’ submarino, desarrollado en España, diseñado para llevar a cabo el mantenimiento en las plataformas petrolíferas en mar abierto. Se mueve entre tuberías, las analiza en busca de defectos y grietas, y las repara in situ. Sin necesidad de buzos humanos, ni de barcos de apoyo.
«Se dedica a lo que denominan IRM, inspección, reparación y mantenimiento», explica Luis de la Torre, fundador de Oktapous, un proyecto amparado por el Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol. «Grosso modo, la inspección se hace a través de ultrasonidos y cámaras. Para la reparación, por su parte, se utilizan diversos materiales y composites que permiten restaurar la pérdida de propiedades mecánicas que hayan podido sufrir las tuberías de la plataforma».
Oktapous es un robot autónomo que no necesita piloto. Aunque funciona debajo del agua, no navega. Se agarra a las tuberías que debe inspeccionar, forma una cápsula a su alrededor y se desplaza por ellas mientras realiza las tareas de inspección, limpieza y –solo si hace falta– de reparación. «Esta herramienta lo que evita es la utilización de buzos y sus barcos de apoyo, que es caro y arriesgado», aclara de la Torre. Calculan que puede reducir hasta en un 80% los costes de las intervenciones submarinas de las plataformas ‘off-shore’ –en alta mar– de extracción de petróleo y gas.
Aunque la tarea más destacada de Oktapous es la de reparar grietas, fisuras y defectos de forma autónoma, el sistema también permite monitorizar el estado de la infraestructura, y estar pendiente de los cambios. Hace posible, explican en la descripción del proyecto, «una política de prevención rápida, eficaz y segura».
Prototipos
Luis de la Torre, que puso en marcha el proyecto, reconoce que la idea de Oktapous «no es fruto de una noche iluminada». «Tras años de experiencia en el sector del mantenimiento de esta clase de instalaciones surge la pregunta de si tenemos un sistema para hacer reparaciones bajo el agua», aclara. «Buscamos en la oficina de patentes y no encontramos nada ni parecido». En 2010 dan comienzo a un proceso que todavía no han concluido y que espera poner a este robot submarino en el mercado internacional. «Nuestro objetivo es llegar a todo el mundo», dice de la Torre. «España no es el único país que extrae petróleo ‘off-shore’», justifica. «Hemos hablado con mucha gente y parece que hay bastante interés».
Tras un primer prototipo –«no del todo satisfactorio», asegura de la Torre– ya están trabajando en el desarrollo de un segundo modelo. «Estamos trabajando con ingenierías muy especializadas, y esperamos tener el nuevo prototipo listo en septiembre de 2015», explica el fundador. El concepto, en cualquier caso, ya está patentado en países de todo el mundo. «Nos animaron a hacerlo desde la Fundación Repsol», asegura. «Y ya está registrado en más de 40 lugares diferentes».

Referencia: elcorreo.com


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domingo, 23 de marzo de 2014

Aisoy1 un robot que detecta emociones español

La compañía Aisoy Robotics es fruto de emprendedores españoles que crearon Aisoy1 que catalogan como “el primer robot capaz de expresar emociones“. Este modelo llegó al mercado inicialmente en 2010, enfocado principalmente a desarrolladores y estudiantes.


Después de ver en 2012 una segunda generación en la que Aisoy1 se renovaba notablemente gracias a RaspBerry Pi. Tenemos un robot que puede funcionar en modo autónomo y en modo programable, pudiendo ejecutar aplicaciones conversacionales avanzadas, ser usado como interfaz de voz para encender y apagar luces en casa e incluso para ir leyendo los tweets con un determinado hashtag.

Este pequeño robot tiene un modo de funcionamiento autónomo con el que puede interactuar con su alrededor mediante voz (soporte de español, catalán, francés e inglés) y audio e incluso reconocer a su dueño gracias a una cámara integrada. Sin embargo, el punto fuerte del mismo llega gracias a las bondades de Raspberry Pi que gracias a su potencia permite realizar funcionalidades más avanzadas. Este modelo tenía un coste de 209 euros.

Entre ellas nos encontramos la posibilidad de ser integrado en redes domóticas o bien interactuar con robots mucho más costosos gracias al soporte de ROS (Robotics Operating System). Puede ser programado desde interfaces muy sencillas, sin tener que escribir una línea de código y llegar hasta un SDK con el que podrás aprovechar todo el potencial de la plataforma.

Usos y posibilidades de Aisoy1

Aisoy1 llega realmente como un accesorio multisensores de RaspBerry Pi y ya hemos visto en muchas ocasiones de lo que esta plataforma es capaz.

Entre los usos comentados destaca, además de para aprender programación – educación – o gadget para geeks, la de mejorar la atención de niños autistas gracias a las capacidades de empatía del robot, es capaz de experimentar y detectar 14 estados emocionales.

Diego García ha comentado que este robot es un gran avance en el Internet de las Cosas, ya que tenemos un dispositivo con el que podremos interactuar y éste a su vez con más elementos domóticos de la casa y otros robots. Llega el “Internet de las Cosas Afectivas“.

Referencia: xataka




Aisoy1 Empresas I+D Noticias

Romeo, robot humanoide Frances

Romeo debutó hoy en público como "un verdadero compañero y asistente personal" para los adultos mayores, ya que es un robot de forma humanoide de 1.40 metros de altura, capaz de caminar, ver en tres dimensiones y charlar.


El androide, fabricado por la compañía francesa Aldebaran Robotics, se presentó este martes en el Salón de la Robótica Innorobo, que abrió en la ciudad de Lyon, en el este de Francia, pero se prevé que podría ser utilizado en las casas de retiro cuando menos para 2017.

Romeo, cuyo desarrollo comenzó en 2009, es un prototipo de robot de asistencia del futuro, capaz de acompañar diariamente a una persona de edad avanzada dependiente y ayudarle a, por ejemplo, tomar objetos de una mesa o abrir una puerta.

Para facilitar su desplazamiento y sus actividades, este robot pesa poco más de 40 kilogramos y su cuerpo está fabricado con fibra de carbono y caucho para evitar el riesgo de lesiones a la persona que va a asistir.




Romeo puede caminar, ver el entorno en tres dimensiones, escuchar y hablar, pero todavía tiene mucho que aprender, porque aún es una plataforma para la investigación en robótica, como la mayoría de los robots humanoides disponibles en la actualidad.

A diferencia de los robots industriales, con un mercado anual que se estima en 26 mil millones de dólares, y de los de servicios (medicina, agricultura), que se valora en cuatro mil 600 millones de dólares, los humanoides no tienen fuera del laboratorio.

Sólo se hicieron cuatro ejemplares de Romeo y fueron comprados por organismos de investigación europeos, que deberán recibirlos en los próximos meses para desarrollar programas y mejoras técnicas que permitan a este androide ser probado en condiciones reales en 2016.

El objetivo final es que pueda ser utilizado en una casa de retiro hacia 2017, a más tardar en 2019, de acuerdo con reportes del diario francés Le Figaro.

Puedes ver su web aqui:Proyecto Romeo




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sábado, 22 de marzo de 2014

Pez robotico blando desarrollado en el MIT

Los robots blandos -aquellos que no solo tienen una apariencia suave exterior, sino que también funcionan con fluidos a través de canales flexibles de líquido- se han convertido en un tema de investigación suficientemente popular, hasta el punto de que tienen su propia revista, 'Soft Robotics'.


En el primer número de esta revista, este mes, investigadores del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussetts) dan cuenta del primer robot autónomo blando capaz de realizar rápidos movimientos del cuerpo: un "pez " que puede ejecutar una maniobra de escape , convulsionando su cuerpo para cambiar de dirección en una fracción de segundo, o casi tan rápidamente como un pez real.

"Estamos muy entusiasmados con estos robots blandos por varias razones", dice Daniela Rus , profesora de Ciencias de la Computación y la Ingeniería en el MIT. "A medida que los robots penetran en el mundo físico y comienzan a interactuar con la gente más y más , es mucho más fácil de hacer que los robots sean seguros si sus cuerpos son suaves y no hay peligro para la integridad física si te golpean", explica.

Otra razón para estudiar los robots blandos es que todo el problema de la planificación robótica cambia. "En la mayoría de los sistemas de planificación de movimiento robótico, evitar colisiones es la más alta prioridad. Esto conduce a menudo al movimiento ineficaz, debido a que el robot tiene que conformarse con trayectorias libres de colisiones que puede encontrar rápidamente".

Con los robots blandos, la colisión plantea poco peligro para el robot o el medio ambiente. "En algunos casos , es realmente ventajoso para estos robots chocar, ya que pueden utilizar estos puntos de contacto como medio de llegar a su destino más rápido", dice Rus .

Pero el nuevo pez robot fue diseñado para explorar una tercera ventaja de los robots blandos: "El hecho de que el cuerpo se deforma continuamente da a estas máquinas una infinita gama de configuraciones, y esto no se puede lograr con las máquinas que están articuladas", dice Rus . La curvatura continua del cuerpo de los peces cuando se flexiona es lo que le permite cambiar de dirección tan rápidamente. "Un robot de cuerpo rígido no podía hacer flexión continua", dice.

El pez robot fue construido por Andrew Marchese, un estudiante graduado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica del MIT. Cada lado de la cola del pez se mueve a través de un canal largo, fuertemente ondulado. El dióxido de carbono liberado de un bote en el abdomen del pez hace que el canal se infle, provocando la flexión de la cola en la dirección opuesta .

Cada mitad de la cola del pez tiene sólo dos parámetros de control: el diámetro de la boquilla que libera gas en el canal y la cantidad de tiempo que se deja abierta. En los experimentos , Marchese encontró que el ángulo en que se determinan los cambios de dirección de pez - que pueden ser tan extremo como 100 grados - se determinan casi en su totalidad por la duración del inflado, mientras que su velocidad se determina casi en su totalidad por el diámetro de la boquilla. Ese "desacoplamiento" de los dos parámetros , según él, es algo que los biólogos habían observado en los peces reales.

Marchese construyó el pez en el laboratorio de Rus, donde otros investigadores están trabajando en la robótica imprimible. Utilizó la impresora 3-D del laboratorio para construir el molde, con la cola y la cabeza del pez de caucho de silicona y el anillo de polímero que protege la electrónica en las entrañas de los peces.

El pez puede llevar a cabo 20 o 30 maniobras de escape, en función de su velocidad y ángulo, antes de que se agote su recipiente de dióxido de carbono. Pero la comparativamente simple maniobra de nadar hacia atrás y adelante a través de un tanque drena el recipiente rápidamente. "El pez fue diseñado para explorar las capacidades de rendimiento, no el funcionamiento a largo plazo", dice Marchese.

Una nueva versión de estos peces que deben ser capaces de nadar de forma continua durante unos 30 minutos utilizará agua bombeada en lugar de dióxido de carbono para inflar los canales, pero se utilizará el mismo diseño de carrocería.

Referencia: europapress



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viernes, 21 de febrero de 2014

Braava, un robot mopa para suelos duros que trabaja en seco o en mojado

Parece una impresora, pero es un robot. El último que la compañía iRobot, especializada en tecnología aplicada a los entornos domésticos, ha incorporado a su línea de limpieza automática de suelos.



Braava está diseñado para afrontar sistemáticamente y de forma eficiente todo tipo de superficies duras, tanto en seco como en mojado, de una sola pasada. Al igual que los robots aspiradores que se han generalizado en los últimos años, su funcionamiento es sencillo: basta con pulsar un botón para que empiece a fregar, y cuando ha acabado vuelve al lugar donde empezó la limpieza. Previamente hay que colocarle uno de los dos paños de microfibra reutilizables (para seco o mojado) que incluye el kit y que se sujetan fácilmente mediante unas tiras de velcro.

Braava trabaja prácticamente en todo tipo de suelos, incluyendo parqué, baldosas, PVC o laminados. Es necesario, eso sí, que no haya alfombras ni moquetas, y los mejores resultados se obtienen si antes ha pasado un robot aspiradora como la Roomba. El dispositivo tiene dos modalidades de limpieza: en seco barre hacia atrás y adelante en línea recta, para atrapar el polvo, la suciedad y los pelos; en mojado utiliza una acción de fregado especial hacia atrás y adelante y paños húmedos para levantar la mugre.
Antes de empezar, Braava realiza un mapeado de la habitación, de forma que no deje ningún resquicio sin cubrir y para evitar escaleras y zonas textiles. Hay dos modelos, a partir de 229 euros, y el más avanzado (Braava 380) dispone de un sistema especial que dispensa líquido durante el ciclo de limpieza, además de una mayor batería y carga ultrarrápida.



Referencia: lavozdegalicia


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El robot lunar chino Yutu revive pese a su avería

El robot explorador lunar chino Yutu se ha reactivado y puede captar señales pese a la avería que se le detectó hace tres semanas, informó hoy un portavoz del programa espacial de este país, Pei Zhaoyu.



Pei, citado por la agencia oficial Xinhua, afirmó que Yutu, el primer robot explorador lunar chino y cuyo nombre significa Conejo de Jade, "tiene posibilidades de ser recuperado ahora que ha vuelto a la actividad".




Los expertos del programa espacial chino detectaron una avería en el control mecánico del artefacto el 25 de enero, cuando preparaban a Yutu para apagarlo durante la noche lunar.
La avería hizo temer a los responsables del programa que Yutu no quedara correctamente inactivado y no pudiera resistir las bajas temperaturas de la noche lunar y se estropeara de manera irreparable.
El explorador lunar "quedó desactivado cuando mostraba un estatus anormal", explicó Pei.




La noche lunar, en la que se alcanzan temperaturas de 180 grados bajo cero, tiene una duración de 14 días terrestres.
Durante ese espacio de tiempo la cara de la Luna en penumbra no recibe ninguna radiación solar, energía necesaria para alimentar los aparatos de investigación chinos.

La sonda lunar Chang E3, que transportó el robot hasta el satélite terrestre, alunizó el 14 de diciembre, 37 años después de la última maniobra de este tipo, conseguida por la Unión Soviética. Yutu comenzó a rodar por el suelo selenita pocas horas después.

Hasta la llegada de Chang E3 sólo Estados Unidos y la URSS habían conseguido alunizajes controlados, y únicamente la segunda de estas tradicionales potencias espaciales había desplegado robots de exploración en la Luna.
El Conejo de Jade, dotado de cámaras y un brazo articulado para llevar a cabo excavaciones, examinará la geología lunar y buscará recursos naturales durante tres meses.




Chang E3, por su parte, permanecerá activa un año, según los cálculos de los científicos chinos.



Referencia: lavanguardi.



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lunes, 17 de febrero de 2014

Pal Robotic (empresa Española) presenta a Reem-C un robot humanoide muy completo.

Se llama REEM-C, mide 1,65 metros de altura, pesa 80 kilos y es un robot bípedo con forma de humano desarrollado por la empresa catalana PAL Robótics que es capaz de levantar y transportar hasta 10 kilos, lo que le convierte en el robot más robusto de su categoría.




El robot se ha presentado hoy jueves en sociedad en un acto en el CosmoCaixa de Barcelona donde uno de sus creadores, Francesco Ferro, ha explicado que este robot bípedo permitirá el desarrollo de nuevas aplicaciones que ayudarán a mejorar la vida de las personas.
El robot reconoce el entorno en el que se encuentra, a las personas que le rodean y los objetos a su alcance y puede estar operativo durante seis horas, y en completo movimiento durante tres horas gracias a su sistema de baterías.
Ferro ha explicado que su software está completamente basado en ROS (Robot Operating System), el marco de trabajo que ha revolucionado el mundo de la robótica simplificando la programación de los robots y la colaboración entre los investigadores.
Además, las características técnicas de este robot, como la capacidad de manipular objetos, reconocer voces o interactuar con los humanos, y su sofisticado diseño le permiten realizar actividades educacionales y de entretenimiento, han destacado sus impulsores.
Durante la presentación del robot, la directora general adjunta de la Fundación "la Caixa", Elisa Durán, el profesor y experto en robótica de la Universidad Ramon Llull, Jordi Albó, y Francesco Ferro han destacado los avances en el campo de la robótica y han subrayado las aplicaciones tanto en investigación como a nivel comercial y empresarial de este robot.

"La robótica tiene múltiples aplicaciones en muchos campos diferentes, pero hay una máxima que lo une todo: los robots sirven a las personas", han explicado.
Según Ferro, la intención de la robótica es "hacernos la vida más cómoda, permitirnos llegar donde los humanos no podemos o facilitarnos las tareas más arduas".
El robot diseñado por PAL Robotics es además una plataforma de investigación "que nos permitirá poner en práctica de una manera mucho más ajustada a la realidad todos los avances e innovaciones asociadas a la robótica", ha explicado Ferro.
El robot REEM-C estará activo durante todo este fin de semana en el CosmoCaixa, que celebra dos días de puertas abiertas para que todos los visitantes puedan ver sus habilidades.
Referencia: lavanguardia



Empresas I+D Noticias

jueves, 6 de febrero de 2014

Mano robótica con la capacidad de sentir

Imagina que te amputaron una mano hace diez años: la echarías de menos como herramienta o ejecutora de tus órdenes, desde luego, pero eso no es todo; las manos son también nuestros principales informadores sobre la materia y sus texturas, o nuestros grandes órganos del tacto.


Científicos del BioRobotics Institute de Pisa, la École Polytechnique Federal de Lausana y otros centros europeos han desarrollado una mano robótica que ha permitido a un usuario —que perdió la mano izquierda hace 10 años— recuperar la sensación del tacto. Por ejemplo, distinguir una pelota de una mandarina.

Más importante aún a medio plazo, el avance dota a los brazos robóticos de un mecanismo esencial —la retroalimentación— para dar precisión a los movimientos que ordena la mente del paciente. Con sensores similares a los utilizados aquí será posible pronto emular otras sensaciones, como la temperatura. La investigación se basa en un solo paciente, pero el consorcio científico europeo proyecta ahora un ensayo clínico.

El paciente es danés, se llama Dennis Aabo Sorensen, tiene 37 años y perdió la mano izquierda hace nueve años en un accidente. Desde hoy es “la primera persona amputada del mundo que ha podido sentir el tacto de su mano prostética, y en tiempo real”, según los científicos de Lausana. Los médicos del equipo conectaron la mano robótica a los nervios del brazo de Sorensen, que estaban intactos. Es el primer éxito de una iniciativa de las universidades y los hospitales europeos llamada Lifehand 2.

“La retroalimentación sensorial ha sido increíble”, dice el paciente Sorensen, “puedo sentir cosas que no había sido capaz de sentir durante más de nueve años; cuando sujeto un objeto, puedo sentir si es duro o suave, cuadrado o redondo”. Durante las pruebas con los ojos vendados, Sorensen pudo también saber con cuánta fuerza estaba agarrando los objetos, y regularla según las necesidades. Son tareas rutinarias para una mano humana, pero un sobrecogedor salto tecnológico para un brazo robótico.

Los últimos años han presenciado notables avances en la robótica médica, la disciplina que intenta reemplazar los miembros y órganos perdidos por versiones mecánicas, como pantallas de electrodos implantados en la retina, piernas y brazos mecánicos controlados por la actividad cerebral del paciente y el último grito en ciencias de la computación e inteligencia artificial.

Mover el cursor de un ordenador o un brazo mecánico con la mente está al alcance de la tecnología actual. Pero si esos movimientos han de tener alguna precisión, se hace imprescindible un mecanismo de retroalimentación (o feedback). Si se trata de una mano robótica, el sistema de retroalimentación esencial es el tacto: percibir la sensación de lo que está tocando la mano, la textura y la resistencia que ofrece al agarrarlo.

De otro modo, incluso con nuestras manos naturales, nos pasaríamos el día rompiendo vasos y dando bofetadas en vez de caricias. Esta es la cuestión esencial que han resuelto Silvestre Micera y sus colegas de Pisa, Lausana, Roma, Friburgo, Essex y la ciudad danesa de Aalborg.

Presentan en Science Translational Medicine un esfuerzo conjunto que ha implicado a institutos europeos de robótica, neurología, prostética, ingeniería y bioingeniería, microsistemas, geriátrica y ciencias de la computación. La cooperación científica parece funcionar en Europa cuando los Gobiernos no lo impiden.

¿En qué consisten los sensores del tacto de la mano mecánica? ¿Por qué Sorensen los experimenta como sensaciones familares, muy parecidas a lo que sentía cuando tenía una mano natural, o a lo que siente con su otra mano? Una parte de la respuesta es que los nervios del brazo a los que se conecta el artilugio siguen enviando sus señales adonde lo hicieron siempre: a las áreas somatosensoriales del córtex cerebral, ese homúnculo deforme que se ve en las ilustraciones neurológicas, y cuya proyección (o mapa) de la mano izquierda sigue intacto nueve años después de la amputación.

Pero la otra mitad de la respuesta es un alarde de tecnología. Implica medir la tensión que generan los ‘tendones’ de la mano artificial, convertirla en una minúscula corriente eléctrica y filtrarla con avanzados algoritmos de computación hasta traducirla como un impulso que los viejos nervios del brazo sean capaces de interpretar. El paciente experimenta todo esto como una sensación simple y natural, pero lo que hay debajo son matemáticas avanzadas. Tal vez similares a las que subyacen a nuestra mente.

Referencia: sociedad.elpais




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jueves, 9 de enero de 2014

Abigaile-III, robot de la ESA para realizar trabajos en el espacio.

Inspirado en la técnica de las lagartijas para trepar, el robot es capaz de escalar por casi cualquier superficie, incluso si está cubierta de polvo. La ESA investigará si podría enviarse algún día al espacio.



"Esta técnica es un ejemplo de "biomimética", buscar soluciones de ingeniería en la naturaleza", explica Michael Henrey, uno de los responsables del proyecto en la Simon Fraser University.Para crearlo los investigadores se fijaron en la técnica de las lagartijas para trepar. Sus patas están equipadas con diminutos pelos de entre 100 y 200 micras de diámetro, más o menos el tamaño de una bacteria. Este tamaño es lo suficientemente pequeño como para que se produzcan interacciones a nivel atómico entre los pelos del lagarto y la superficie, causando así el efecto adhesivo. Los ingenieros siguieron la misma idea.

Las 6 patas del robot (aunque configurable con más o menos patas) cuentan con unas diminutas superficies circulares. Son 100 veces mayores que los pelos en las patas de una lagartija, pero suficientes para conseguir buena adhesión y soportar el peso del aparato. Debajo, una vista microscópica de la base de una de las patas del robot:



Y así son a tamaño real:




En este vídeo podemos ver cómo escala sin problemas una superficie en vertical. Lo malo es que, entre otras cosas, aún es bastante lento:


Se trata de un prototipo en fase muy temprana de desarrollo y todavía solo es capaz de escalar superficies fabricadas por el hombre, como podrían ser satélites o naves (no rocas, por ejemplo). Los siguientes pasos se centrarán justo en eso, investigar la posibilidad de que sea capaz de escalar cualquier superficie. De funcionar, podría ser un robot de enorme ayuda en misiones como paseos espaciales o, más aún, para exploraciones sobre el terreno de asteroides y planetas.

Referencia: diariouno.com



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viernes, 3 de enero de 2014

Tutorial: Aprendiendo a un pulsador (Keyes K845038) con Arduino

Bien seguimos de tutoriales, esta vez uno sencillote.
Esta vez la idea es usar el actuador de tipo Switch y através de nuestro Arduino saber cuando ha sido pulsado.


 El pulsador usado en cuestión es el:
Keyes K845038


He probado otros y me han dado bastantes problemas al leer la entrada analógica, por eso os recomiendo este.

Para conectarlo, he usado para Vcc = 3v (el distribuidor marca 5v, pero tampoco los necesitaba), GND a tierra, y OUT a la entrada analógica 0 (A0).

El código para poder leer los datos es:
void setup() {
  Serial.begin(9600);
}
void loop() {
  int sensorValue = analogRead(A0);
  Serial.println(sensorValue);
  delay(100);
}
Cuando recibáis los datos, obtendréis valores comprendidos entre 600 y 700, y si pulsáis recibiréis un 0.

Un saludo, espero que os haya parecido útil pero sencillo.

Actuadores Arduino pulsador switch Tutoriales
 

Productos y tecnologias usadas en este blog:

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