martes, 25 de junio de 2013

Rosphere, robot español para la agricultura

Un grupo de investigadores españoles de la Universidad Politécnica de Madrid (Centro de Automatización y robótica) y CSIC acaba de anunciar el desarrollo de un robot esférico motorizado que es capaz de rodar de manera autónoma y está enfocado para misiones en entornos salvajes.




Un grupo de investigadores españoles de la Universidad Politécnica de Madrid (Centro de Automatización y robótica) y CSIC acaba de anunciar el desarrollo de un robot esférico motorizado que es capaz de rodar de manera autónoma y está enfocado para misiones en entornos salvajes.

Este robot se conoce como Rosphere y llega como solución a los múltiples problemas que entraña el uso de ruedas o patas para trabajar en entornos desconocidos ya que gracias a su diseño en forma de bola es muy estable y puede funcionar en prácticamente cualquier superficie incluyendo campo o arena.
La investigación está siendo realizada por Juan D. Hernández, Jorge Barrientos, Jaime del Cerro, Antonio Barrientos, David Sanz y un artículo ha sido publicado recientemente en la revista de divulgación científica Industrial Robot: An International Journal, Vol. 40 Iss: 1, pp.59 – 66 con el título “Moisture measurement in crops using spherical robots“.

Un robot pensado para moverse por zonas complicadas

El usar un tipo de robot esférico que tiene libertad de movimiento es un punto interesante a la hora de navegar por zonas desconocidas ya que no existe la cara superior o inferior del mismo, es decir, este robot no puede volcar, o no puede tener problemas con los que se podría encontrar el robot Curiosity que explora Marte.




El modo de funcionamiento es similar a cómo se mueve el juguete para hámsters en el que puedes meter al pequeño roedor en una bola para que se mueva por la casa. Cambias el centro de gravedad de la bola y ésta gira sobre si misma. Para ello hacen uso de un motor que desestabiliza el centro de masas actual del robot y que provoca el movimiento en dos ejes.

Este mecanismo se conoce como “mechatronic“ y es capaz de inducir movimiento de manera controlada como podemos ver en el siguiente vídeo. De hecho no sólo tiene un buen comportamiento en superficies duras como cemento sino también ofrece un buen rendimiento off-road, incluyendo la arena de la playa.




Los científicos españoles creen que Rosphere tendrá una gran funcionalidad agrícola ya que podrá ser usado como un sistema para controlar precisamente la humedad de los campos de manera precisa gracias a su unidad GPS y su sistema de giróscopos que le permite recorrer una zona perfectamente.

Referencia: xataka


Noticias

lunes, 17 de junio de 2013

Robot aspirador KobolVR100

Vorwerk es la empresa creadora de la famosa Thermomix, probablemente uno de los gadgets de cocina más conocidos en el mundo y que tiene tantos seguidores que sólo hace falta hacer una búsqueda en Google con los términos “recetas thermomix” para darse cuenta de lo que representa esta marca.


Pero no sólo de Thermomix vive Vorwerk, su segunda marca es Kobold, la línea de aspiradores compuesta por el Kobold VK140, que aspira y friega el suelo a la vez; el Kobold VC100, un aspirador de mano con batería de litio, y el Kobold VR100, un robot aspirador al que le hemos puesto a prueba durante las dos últimas semanas limpiando las oficinas (¡con moqueta!) de TPnet.




Tras sacarlo de la caja, poner en marcha el robot aspirador Kobold VR100 de Vorwerk sólo nos exige unos sencillos pasos:

Ubicar la base de carga apoyada en una pared y junto a un enchufe, dejando por lo menos medio metro de espacio libre delante y a los lados para que el robot aspirador pueda maniobrar sin problemas.
Montar el cepillo lateral que encontraremos en la caja. Debemos dar la vuelta al Kobold VR100 y ubicarlo fácilmente en el espacio reservado para él.
Cargar el robot aspirador usando su base.
Como véis, en muy poco tiempo tendremos nuestro Kobold VR100 listo para funcionar, aunque hay otros detalles a tener en cuenta que nos permitirán sacar mayor provecho a este dispositivo de limpieza.




Para empezar, en la caja encontraremos una banda magnética enrollada que permite delimitar los espacios sobre los que trabaja el Kobold VR100. Es muy útil por ejemplo si tenemos una escalera, ya que al situar esta banda magnética sobre el primer escalón (siempre de bajada, ya que obviamente de subida no hará falta), el robot aspirador nunca pasará sobre ella y seguirá con su tarea sin el peligro de caerse escaleras abajo.

Otro detalle es que el para ponerlo en marcha sólo hay que pulsar el botón “Start” (de color verde redondo). En cuanto la luz indicadora de funcionamiento se enciende en verde de forma continua, el robot aspirador estará completamente cargado y listo para funcionar. Por supuesto, se puede programar el horario de puesta en marcha de manera que el Kobold VR100 empiece a trabajar cuando se lo digamos sin tener que estar delante (muy útil para dejarlo con sus tareas mientras estamos fuera del lugar que va a limpiar).



Las ventajas de Kobold frente a otros robot aspiradores de la competencia es que su capacidad de succión se encuentra entre las más altas del mercado, tanto en alfombras y moquetas como en otro tipo de suelos, por lo que también es indicado en lugares con mascotas. Además, gracias a su láser de 360º es capaz de escanear toda la estancia y realizar un recorrido minucioso y metódico que garantice que no deja espacios sin limpiar.



Más detalles de interés es su forma en “D” y no en “O”, ya que de esta manera llega mejor a rincones y esquinas. Además, ya hemos mencionado antes que el segundo paso para poner el marcha el Kobold VR100 es montar el cepillo lateral, que junto con el cepillo giratorio central garantiza la recogida de la suciedad que se vaya encontrando.

Relacionado con su estudiada forma está su fabricación con material ABS anti-golpes para que no haga falta comprar accesorios adicionales si queremos que no dañe el mobiliario que se vaya encontrando mientras limpia. Y también tenemos su depósito de polvo, que obviamente no ofrece la capacidad de la bolsa de un aspirador tradicional, pero sí es bastante grande en relación a otros modelos de la competencia.




Otro detalle importante es que hablamos de un robot que, si empieza a quedarse sin batería mientras realiza las tareas de limpieza, vuelve automáticamente a la base para recargarse y, una vez repleto de energía, regresar al punto donde se quedó para seguir con su cometido. Además, su consumo mientras está en la base en modo stand-by es de 4,6W y su nivel de ruido ronda los 70 dBA, que es el ruido habitual de la mayoría de los aspiradores.




Sin lugar a dudas, hay mucha tecnología detrás de un dispositivo como el robot aspirador Kobold VR100 y eso se nota en los resultados. Eso sí, disfrutar de las ventajas de esta tecnología tiene un precio, que en el caso del modelo de Vorwerk es de 649 euros. Lo puedes adquirir a través de su tienda online.

Referencia: my computer


Empresas I+D Noticias

miércoles, 5 de junio de 2013

Kaspar, el robot de piel sensible

Cientificos europeos están desarrollando una tecnología de sensores que aumentará la interactividad de los automatas.


Científicos europeos han desarrollado nuevas tecnologías de sensores y una piel artificial que permitirán construir robots mucho más "sensibles". De este modo se obtendrán mejores plataformas robóticas que un día podrían aplicarse en entornos industriales, sanitarios e incluso domésticos.Estas nuevas capacidades, sumadas a un sistema de producción de robots dotados de sensibilidad táctil, conducirán a la construcción de robots que realicen funciones más precisas en entornos sin restricciones y puedan comunicarse y cooperar mejor entre sí y con humanos.

A través del proyecto financiado con fondos europeos "Skin-based technologies and capabilities for safe, autonomous and interactive robots" (ROBOSKIN) se han desarrollado nuevas tecnologías de sensores y sistemas de gestión que proporcionan a los robots un sentido artificial del tacto, una cualidad aún no perfeccionada en el ámbito de la robótica.

Según los socios responsables de la investigación, procedentes de Italia, Suiza y Reino Unido, era importante crear mecanismos cognitivos basados en una retroalimentación táctil (es decir, el sentido del tacto) y los comportamientos asociados para lograr que las interacciones entre humanos y robots sean seguras y efectivas en las aplicaciones futuras contempladas.

El diseño de la nueva piel artificial se basa en gran medida en la piel real, que cuenta con una red diminuta de nervios que sienten o perciben cambios como de caliente a frío y de suave a áspero y viceversa. Los sensores electrónicos de la piel artificial recogen "datos táctiles" y los procesan con un programa informático cargado previamente y que incluye algunos comportamientos robóticos básicos, los cuales pueden ampliarse con el tiempo.

Según explica el coordinador del proyecto, el profesor Giorgio Cannata de la Universidad de Génova (Italia), en Cordis: "Nos decantamos por la programación mediada por la demostración y el juego asistido por el robot para que los robots aprendan sobre la marcha a medida que sienten, realizan acciones e interactúan. Tuvimos que generar cierto grado de "consciencia" en los robots para ayudarles a reaccionar a la información táctil y al contacto físico con el mundo exterior".

Kaspar, el robot amistoso

Sin embargo, la cognición robótica es extremadamente compleja, por lo que el equipo de ROBOSKIN empezó marcándose objetivos modestos en pruebas de laboratorio consistentes en clasificar tipos o grados de tacto. Crearon un mapa geométrico por medio de un contacto continuo entre el robot de prueba y el entorno para así construir una "representación corporal", es decir, parámetros mediante los cuales el robot puede asimilar datos y transformarlos en comportamientos.

Por otra parte, fuera del laboratorio, se instalaron parches sensores de ROBOSKIN en puntos de contacto comunes (pies, mejillas, brazos) repartidos por el robot KASPAR de la Universidad de Hertfordshire, un robot humanoide diseñado para facilitar la comunicación a niños con autismo.

"Gracias a nuestros sensores, el robot podía sentir o detectar el contacto, y los datos recabados constituyeron una parte importante de la clasificación de contactos que realizamos, para distinguir por ejemplo entre un contacto deseado y otro no deseado", explica el profesor Cannata.

Los científicos participantes en ROBOSKIN evaluaron varias tecnologías, desde los sensores capacitivos más básicos integrados en tecnologías de detección actuales hasta los transductores de mayor rendimiento instalados en ciertos materiales piezoeléctricos y semiconductores orgánicos flexibles.

"A corto plazo seremos testigos de un uso cada vez más profuso de materiales piezoeléctricos, los cuales son capaces de actuar como sensores puesto que reaccionan a cambios inducidos por el contacto con una fuerza externa", aseguró el profesor Cannata. Pero en su opinión lo que causará un cambio más radical del sector serán los sensores que empleen semiconductores orgánicos, ya que permitirán imprimir los chips sobre distintos materiales orgánicos, como piel falsa o materiales flexibles, y a largo plazo resultarán mucho más económicos de producir a gran escala.

Promoción de los prototipos

El período de financiación del proyecto ROBOSKIN concluyó el pasado verano, pero sus investigadores se encuentran muy activos en la divulgación de sus hallazgos a través de canales científicos, por ejemplo con artículos publicados en IEEE Xplorey Science Direct, y también con solicitudes de interés para compartir sus prototipos con proyectos científicos no comerciales.

"Aún nos encontramos en una etapa de demostración precomercial, pero indudablemente la última versión de nuestros sensores táctiles posee un potencial mayor en la industria, dado que las fábricas buscan formas seguras y rentables económicamente de utilizar robots capaces de mantener un contacto más estrecho con sus operarios humanos", explica el coordinador.

El equipo del proyecto, que ha patentado algunas partes de su trabajo, destaca que ponen sus prototipos a disposición de otras investigaciones científicas. La tecnología de ROBOSKIN ya se ha integrado en iCub, la plataforma de robótica abierta del Instituto Italiano de Tecnología.

"La clave consistió en asegurarnos de que nuestras tecnologías básicas fueran compatibles con distintas plataformas robóticas que podrían evolucionar en este campo, inmerso en un vertiginoso devenir", señala el profesor Cannata. "Y eso es justamente lo que hemos conseguido".

El proyecto ROBOSKIN recibió 3,5 millones de euros (de un presupuesto total de 4,7 millones de euros) para investigación por medio del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea.

Referencia:larazon


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