Los investigadores de la Universidad de Seúl y Harvard han grabado con cámaras de alta velocidad y han recogido el movimiento de los insectos siendo un buen punto de partida para revolucionar el mundo de los robots.
El cuerpo de RoboStrider mide dos centímetros de largo, con una envergadura de patas de hasta 5 centímetros, y un peso de 68 miligramos, para realizar el salto existe un sistema de catapulta que simula el salto de los insectos produciendo los mismos mecanismos físicos, el salto que puede realizar es de hasta 14 centímetros.
Cabe destacar, que las patas de RoboStrider están inspiradas en la forma cilíndrica del zapatero pero estas están impregnadas con líquido hidrofóbico que no solo lo hace flotar, sino que permite que este ejerza la fuerza sobre la superficie líquida, sin hundirse.
A continuación un vídeo de demostración. A partir de los 30 sg podréis ver el robot en acción.
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