Hace ya más de un año que se produjo el accidente de la central nuclear de Fukushima, y muchas compañías japonesas siguen perfeccionando modelos de robot diseñados para explorar las profundidades de las instalaciones siniestradas y radioactivas sin intervención humana.
Hace apenas dos semanas, Toshiba presentaba un robot de cuatro patas destinado a navegar por los intrincados recovecos llenos de obstáculos de las ruinas de Fukushima. El robot, monitorizado de forma remota por los especialistas de la central, lleva a cuestas un segundo vehículo más pequeño que puede dejar en el suelo para que explore áreas de muy difícil acceso.
Ambos robots pueden ser operados mediante una simple red WiFi y su autonomía es de dos horas en el caso del robot nodriza cuadrúpedo y de una para su pequeño acompañante.
Más recientemente, Mitsubishi ha presentado otro robot destinado a la exploración en áreas difíciles, aunque este es más expeditivo. Sustentado sobre ruedas de oruga, el MHI-Meister pesa 440 kilos (frente a los 65 del de Toshiba) y dispone de dos brazos mecánicos con casi la misma movilidad que un los de un ser humano y capaces de levantar hasta 15 kilos.
Estos apéndices pueden cargar también herramientas con las que cortar obstáculos o tomar muestras en paredes de cemento a una profundidad de hasta siete centímetros. El MHI-Meister tiene también una autonomía de dos horas.
Ambos robots han sido desarrollados a partir de otros diseños, con la colaboración de la Agencia Nuclear japonesa, y se espera que entren en servicio muy pronto uniéndose a otros robots como los DXR-140 de Husqvarna Construction, dos robots de demolición que ya trabajan desde finales de 2011 en las tareas de limpieza de la malograda central.
Referencia: xataka
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